La Corte de Apelaciones de Dallas Apoya la Condena por Solicitud Cibernética

Por Robert Guest - 11 De Septiembre Del 2013

Corey Freeman tuvo un juicio sin jurado y fue condenado por solicitud cibernética de un menor de edad. Corey mencionó que la ley no estaba de acuerdo con la constitución por dos razones. La primera razón fue que la ley mencionaba que era un delito de responsabilidad objetiva ya que no existía ningún motivo para que él creyera que estaba hablando con un menor de 13 años de edad, y la segunda que el estatuto violaba su primera enmienda. La Corte de Apelaciones de Dallas no estuvo de acuerdo, lo cual no nos sorprende, ya que cada condena y estatuto se confirma en la apelación. Después de todo esto es Texas. Como nota, la situación es totalmente contraria cuando se trata de apelaciones civiles, donde los juicios de los demandantes se descartan para servir mejor a nuestros amos corporativos. Pero esa es una historia para otra ocasión. Veamos más de cerca el caso de Freeman vs. Estado.

Los hechos - Freeman estaba en una charla con una persona identificada con el nombre de pantalla “brook_chick13.” BrookChick13 mencionó en su comunicación con Freeman que ella era una niña de 13 años de edad. Citaré las opiniones.

Sus conversaciones, en el lapso de varios meses, se intensificaron gradualmente y se hicieron sexualmente explícitas. Durante sus charlas, el apelante mencionaba el deseo de quitarle la ropa a la niña, besarla, quitarle los pantalones y lamerla y “resbalarse dentro” de ella – todo esto recordando que ella tenía solo trece años de edad. En la realidad, el apelante se estaba comunicando con un oficial de policía masculino.

El oficial le envió al apelante unas cuantas fotografías de la “Brooke ficticia”. En el juicio, el oficial explicó que uso fotos de una oficial pequeña y de apariencia joven y que ninguna de las fotografías era sexualmente explícita. Después de poner al apelante bajo custodia y aconsejarle sobre sus derechos Miranda, el oficial interrogó al apelante acerca de sus conversaciones en línea con “Brooke”. El apelante “no pudo explicar por qué estaba charlando con una niña de 13 años.” El apelante le dijo al oficial que sí charlaba con menores “pero que cuando descubría que eran menores paraba la conversación.”

Freeman suena bastante raro, así que ahora pasaremos a los Fundamentos Constitucionales. Primero necesitamos entender el estatuto.

De la opinión-

La Ley de Texas ha definido los elementos de Solicitud Cibernética de un menor, en términos relevantes, como sigue:

Una persona de 17 años de edad o mayor comete un delito si, con la intención de excitar o satisfacer el deseo sexual de cualquier persona, a través de Internet, por correo electrónico o mensajes de texto o cualquier otro servicio o sistema, o mediante un servicio comercial en línea, intencionalmente:

(1) Se comunica de una manera sexualmente explícita con un menor de edad….

CÓDIGO PENAL DE TEXAS ANEXO § 33.021(b) (West 2011). “Sexualmente explícito” se define en el estatuto como “cualquier comunicación, lenguaje o material, incluyendo una imagen fotográfica o video” que pertenece a, o describe la “conducta sexual.” Id. § 33.021(a) (3); vea también Id. § 43.25(a) (2) (definición de “conducta sexual”).

La definición de “menor de edad” es la fuente de la demanda de inconstitucionalidad del apelante. “Menor de edad” se define en el estatuto como,

(A) un individuo que se representa como menor de 17 años de edad; o

(B) un individuo el cual el actor cree que tiene menos de 17 años de edad.

¿Delito de Responsabilidad Objetiva?

El primer argumento de Freeman es que el estatuto impone una responsabilidad estricta y que él puede ser encontrado culpable sin ninguna intensión de realmente hablar con un menor de edad. La corte rechaza este argumento al afirmar que, a veces es más fácil copiar y pegar de la opinión.

De la opinión-

El apelante alega la ausencia de pruebas de la creencia del acusado sobre la edad del receptor, lo cual hace que el estatuto sea un delito de responsabilidad estricta en cuanto a la sección 33.021(a) (1) (A). No asumiremos con el apelante que la sección 33.021(a) (1) (A) se caracteriza como un delito de responsabilidad objetiva. Véase Lo, 393 S.W.3d en 294 (“Sección 33.021(b) incluye el requisito scienter que aplica a cada elemento del delito” incluyendo la intensión de transmitir material sexualmente explícito a un menor de edad). Pero asumiremos para propósito de analizar los recursos de inconstitucionalidad del apelante, que el sub-elemento del delito en la sección 33.021(a) (1) (A) requiere que el Estado pruebe sólo que el receptor de las comunicaciones sexualmente explícitas representadas al destinatario que el receptor era más joven que diecisiete y que un error de hecho acerca de la edad del receptor no es una defensa a la sección 33.021(a) (1) (A)

Sería mucho suponer esto, que no vamos a llamarle un estatuto de responsabilidad objetiva, aunque opera exactamente como un estatuto de responsabilidad objetiva. Esto es, no existe requisito que el acusado realmente crea que la otra parte es un mejor de edad. La corte señaló que Freeman nunca mencionó que él pensaba que estaba hablando con un adulto y la corte deja abierta la discusión para poder considerar este argumento en el futuro.

¿Primera Enmienda?

Este caso envuelve habla, habla que la mayoría de las personas encuentra repugnante, pero aun así es habla y por lo tanto tiene un grado de protección con la Primera Enmienda y el habla criminal.

Un estatuto es inadmisible si se incluye dentro del habla o conducta cubierta o protegida por la Primera Enmienda, además de prohibir actividades que no están protegidas. Pornum v. State, 767 S.W.2d 769, 772 (Tex. Crim. App. 1989); ver también Village of Hoffman Estates v. Flipside, Hoffman Estates, Inc., 455 U.S. 489, 494 (1982). Dudamos en anular un estatuto debido al efecto de largo alcance, por lo tanto lo hacemos únicamente “como último recurso” New York v. Ferber, 458 U.S. 747, 769 (1982). No vamos a invalidar un estatuto de excesiva amplitud meramente porque es posible imaginar alguna aplicación inconstitucional. En re Shaw, 204 S.W.3d 9, 15 (Tex. App.–Texarkana 2006, pet. ref’d) (citando a los Miembros del Consejo Municipal v. Contribuyentes de Vincent, 466 U.S. 789, 800 (1984)). La Suprema Corte de los Estados Unidos requiere una amplitud substancial antes de invalidar un estatuto que regula conductas. Broadrick v. Oklahoma, 413 U.S. 601, 615 (1973). La Suprema Corte ha reconocido que, particularmente cuando se involucre conducta y no solamente habla, la amplitud de un estatuto “no solo debe ser real pero también sustancioso, en relación con el estatuto simple y legítimo” Id.

Aquí hay algo más.

Parafraseando a la Suprema Corte, uno difícilmente se sorprendería de saber que el comunicarse con material sexualmente explícito a un niño menor a diecisiete años no es un acto inocente. Cf. United States v. Freed, 401 U.S. 601, 607, 609 (1971) (“Difícilmente uno se sorprendería que la posesión de granadas de mano no es un acto inocente.”).

El habla que intenta instrumentar el abuso sexual de niños no es más protegido por la constitución que el habla que intenta organizar cualquier otro tipo de delito. United States v. Hornaday, 392 F.3d 1306, 1311 (11th Cir. 2004). La comunicación usada como parte integral de la conducta que viola un estatuto penal es raramente protegida por la libertad de expresión constitucional. Vea United States v. Stevens, 130 S. Ct. 1577, 1586 (2010). El apelante, por lo tanto, no tiene el derecho constitucional de comunicar material sexualmente explícito a un receptor que se presenta al apelante como menor de diecisiete años de edad o quien el apelante cree que es menor de diecisiete años de edad.

Entonces la Corte de Apelaciones de Dallas rechaza el argumento de la Primera Enmienda, pero aún queda la posibilidad que un caso donde el acusado que creía que la persona no era un menor de edad, podría luchar contra este estatuto. Esto es, si sabe que está hablando con su vecino de 50 años, y dice que es un adolescente y le dice cosas sexuales, probablemente tenga un buen argumento.

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